Ese malnacido tiene el coronavirus. Lo veo cada tarde plantado como un pasmarote a la puerta del bar, ese que está cerquita del monumento a las Ferias, siempre con cara de enfermo y ojeras de mapache moribundo. Por no hablar de su tos de perro rabioso y del moco que siempre le cuelga de la nariz.
Verás, es que le han diagnosticado cáncer de hígado hace dos meses.
¡Y una mierda! Ese cabrón ha pillado el bicho, te lo digo yo. Además, ya me lo han soplado varios vecinos por el barrio.
¡Que no, leches! Tiene ese aspecto porque está viendo las estrellas con la quimio. Por cierto, deberíamos acercarnos un día de estos por ahí para saludarlo. Seguro que el pobre está atravesando un calvario.
¿Con la que está cayendo? Yo no entro en ese infectadero ni borracho. ¡Faltaría más!
Caray, qué falta de sensibilidad. Pero está bien, como tú veas…
¡Pues eso, como yo vea!, y te digo además una cosa. Que tendrá cáncer de hígado o de cejas, sí, pero que también ha pillado el bicho y anda por toda la ciudad jugando a la ruleta rusa con nuestra salud. ¡Te lo digo yo, coño! ¡Hazme caso, que yo sé mucho de esto!
Pues si tú lo dices…
Ea.
Monumento situado en la Plaza Mayor de Medina del Campo (provincia de Valladolid)