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La insolencia de las moscas
Apenas me había sentado, la señora Imaginación comenzó a explicarme que el único arte que puede explicar todo en la vida es la música. Estuve de acuerdo y asentí, como si lo hubiera comprendido. La
Red Social Literaria gratuita, una comunidad de escritores y lectores en la que encontrar nuevos talentos, y promocionar obras de diferentes géneros.
Apenas me había sentado, la señora Imaginación comenzó a explicarme que el único arte que puede explicar todo en la vida es la música. Estuve de acuerdo y asentí, como si lo hubiera comprendido. La
Es imposible que logre poner en palabras el remolino de sentimientos que tengo dentro, sería catastrófico poder darle sentido al caos; qué demonio despertaría y destruiría mi ilusoria armonía; tal vez éste me haría enfrentarme
Y la pateó en el hocico. Que era bobo, que era un mongólico, decían. La perra chilló, era muy noble para morderlo, intento moverse del rincón del patio donde estaba, no pudo, estaba más pesada
Visitas. Y se acostaron vestidos en la cama del cuarto que le correspondía a ella. Él quería detener el tiempo. Ella, su pensar. Y fueron interrumpidos por el personal antes de que pudieran lograrlo.
Miré cuando se alejaba el coche y sentí una pequeña tristeza en ti, no todo se puede, en la noche estaremos juntos otra vez. Te visitaré con mi pensamiento y con amor perfumadito, y me
Las calles de Buenos Aires le resultan desconocidas. Quizás sea su color opacado por la luz de la noche, el tránsito reducido; tal vez las gotas de lluvia la distorsionan ante su mirada. Su mirada.
Al filo del abismoA l final del istmo Pendiendo de un hilo Perdiendo el sentido. Pensando en el destino Desconociendo el deparo de mi sino Extinto en el camino que culmino Soledad, mi vida sin
Había pasado casi toda su vida rodeado de anécdotas relacionadas con explosiones que hicieron que hoy le tuviera miedo a los incendios. De niño su mano recibió una terrible herida con un petardo en navidad.
Un día nací, explore el mundo que me rodeaba, viví una infancia feliz y afectiva, luego crecí me forme como persona, respete y aprecie a los que me acompañaban, mi vida era simple y
Hoy está siendo un día de mierda. Mientras escribo, o hago como si lo estuviera haciendo, miro y dejo de mirar el reloj esperando que algo pase. Un cambio en esa maldita aguja que, mágicamente,